- ¿ Estás loca?- pregunta el tío Kol.
- No, solo quiero ir a la universidad. No quiero a nadie detrás de mi todo el tiempo, ¿es demasiado pedir?
- Si- contestan los tres a la vez.
Yo me enfurruño y cruzo los brazos sobre mi pecho. Sé que es actuar como una niña de parvulario, que es justo lo contrario a lo que quiero que ven en mi, pero.... solo así me hacen caso.
- Me da igual como te pongas, Hope. No vas a ir- dice papá.
- ¿Ni siquiera si prometo llamar todos los días?- pregunto esperanzada.
- No- responde tío Elijah.
- ¿Es vuestra última palabra?- pregunto entrecerrando los ojos.
Ellos asienten relajados, creyendo que han ganado la batalla.
- ¡Mamáaaa!- grito como una loca.
Elijah me mira asombrado y papá frunce el ceño. Sabían que llegaban mis refuerzos. Mamá siempre los ponía en su lugar cuando se ponían sobre protectores. Aunque ellos no prestaran la menor atención la mayoría de las veces, ella hacía que ellos me dieran un poca más de libertad.
Mamá estaba hablando con el tío Elijah, este iba a acabar entrando en razón. Esta mal que lo diga, pero adoro cuando mamá utiliza sus "armas de mujer" contra él, pobre, no sabe como defenderse contra eso, ama demasiado a mi madre, y ella lo adora a él.
Papá mira atentamente la escena. Sabe que perderá el apoyo de tío Elijah, pero no parece importar demasiado, después de todo, es el quien se sale siempre con la suya, hagamos lo que hagamos los demás. Y el tío Kol simplemente sonríe.
- Mamá si me deja ir- digo acercándome al tío Kol y a papá y abrazando a este último.- ¿por qué tu no quieres que estudie?
- Me encanta que estudies, cariño. Vi el folleto de Tulane en tu mesita de noche.
- Estaba allí estratégicamente para que lo vierais. Eso debería darme puntos....
- ¡Oh!- suelta el tío Kol- sabemos que muchas cosas de las que haces las haces a posta, pequeña manipuladora, pero aún no eres lo suficientemente buena. En ocasiones te dejamos ganar la partida, hoy no.
- Pero... se lo diré a Davina. La diré que no me dejas en paz- digo pinchándole el pecho con el pecho con el dedo índice.
Él me miró mal y yo le saqué la lengua.
Veo la sonrisa en sus ojos, a mi también me da la risa y empezamos a hacernos muecas raras el uno al otro, hasta que siento que unos brazos me atrapan y me sientan en un regazo. Papá.
- Hope, me parce bien que estudies. quiero que hagas todo lo que sueñes por la noches. Pero eres mi bebé, mi cachorra. No hay poder humano o sobrenatural sobre esta tierra que me haga perderte de vista por tanto tiempo. Sé que parece que te agobio, que te protejo demasiado, pero lo hago porque te quiero más que a nada en el mundo. Todos lo hacemos.
- Eres demasiado joven para saber los peligros que hay fuera de estas paredes, princesita- dice el tío Kol serio.
- No los conozco porque no me dejáis... Sé que nada es tan malo como vosotros creéis, no puede serlo. Camille me lo dijo, ella dijo que todos queremos ser buenos, y yo le creo.
- Sé lo que dice Camie. A mí me lo dijo cuando nos conocimos. Ella me ayudó a ser bueno. Pero no todo el mundo lo es, Hopie. Hay mucha maldad en el mundo esperando para tocarte, para hacerte daño.
- Lo sé. He oído cosas sobre los Originales.
Todos se tensaron. Mamá y tío Elijah, que no habían parado de hablar desde que ella llegó, se quedan callados.
- Cosas horribles- susurro mientras me acurruco en el pecho de mi padre.
Él me acaricia el pelo con su mano y me mece suavemente.
- Oyeras lo que oyeras, amor, quedó en el pasado. Ahora no hay nada de eso. No queremos defraudarte.
- Sé que haríais cosas horribles si tuvierais que hacerlas. Probablemente aunque hubiera otra forma, solo... no quiero verlo, no quiero saberlo.... Sé que suena cobarde pero....
- No lo creo- dice mamá- tienes 17 años, Hope. Eres una niña, es normal que no quieras saberlo. Todos los que estamos aquí, salvo tu, hemos hecho cosas tan horribles y desalmadas que me horroriza cada vez que las recuerdo....
- Hayley...- advierte el tío Elijah, pero ella no le hace caso.
- Pero, al menos yo, volvería a hacerlas mil veces más si con eso te tengo conmigo. Si con eso consigo que tu no tengas que hacerlas. Pero quizás es hora de que te demos más intimidad, más libertad e independencia. Una chica necesita vivir aventuras y perder un poquito la cabeza. En una mansión rodeada de vampiros Originales e híbridos no lo vas a conseguir.
- No estoy seguro de querer que mi lobita pierda la cabeza, Hayley- suelta papá.
- Vamos, si no hubiéramos sido todos unos bichos atolondrados no estaríamos aquí...
Papá sofoca una sonrisa y se miran, cómplices. "¿Qué habrán hecho?
- No quiero que te vayas a vivir sola. Te quedarás aquí- dice papá.
- Sí- dice tío Kol- aquí estás bien Hope. Donde podemos cuidarte. No sabemos qué puede pasarte fuera, lejos de nosotros.
- Nada. Por favor, no invitaré a nadie a casa. Llamaré por la mañana y por la tarde, antes de irme a dormir. Sé que si surge algún problema estaréis allí en cero coma.
- No me gusta- dice mi padre.
- Jo, porfis. Podréis ir a visitarme, a pasar un par de días conmigo...
La sala se quedó en silencio y los Originales se miraron unos a otros.
-¡No todos los días!- rectifico- Solo un o dos a la semana. No más.
- Me lo pensaré- dice papá.
Eso es un "no" oculto, pero me deja posibilidades para seguir intentándolo. La pregunta es ¿cómo diablos los convenzo?