Años después....
Estaba tumbada en una tumbona mirando hacia el jardín.
- Señora- me saludó ese hombre vestido con un elegante traje negro.
- Buenos días. Eres silencioso. Nunca te escucho llegar.
- Es mi trabajo.
- ¿Has encontrado algo de ellos?
Él se queda en silencio, revisando algo en la tablet que tiene en sus manos. Cuando, de repente, me toca el hombro y se aproxima.
Es el único contacto que tenemos él y yo. Solo momentos furtivos. Es lo que nos enseñaron.
- Velo por ti misma. Estamos más cerca que nunca.
Miro y veo una foto de alguien horriblemente familiar. "Vanessa Cooper"
- Ella es la primera de la lista. Quiero verla.
- ¿Es conveniente? Estás demasiado alterada estos días.
- Sí, lo necesito. Necesito saber que me temen, como yo les temía a ellos. Necesito que sepan que voy a por ellos. Que ahora son la presa. Nuestra presa- digo la última frase mirándolo a los ojos.
- Estaré a tu lado. Siempre. Me encargaré de ella. La verás en una semana.
- Si me prometes eso, es porque puedes traérmela en cualquier momento, que sabes donde está. Tú ya la tienes.
- Sabes tan bien como yo que durante esta época del año estás demasiado inestable.
- No estoy loca Kilian.
- Lo sé. Pero también sabes el riesgo que corres si te enfrentas a ella ahora. Serénate, relájate, yo la suavizaré para ti, como haré con todos ellos. Somos un equipo, recuerdas.
- Un equipo. Solo... ¿Podré hacerla sufrir?- le pregunto en un susurro.
- Más de lo que esperas.
Sin esperar respuesta él se va.
Es increíble como puede desairar y al mismo tiempo ser tan respetuoso y detallista. De hecho es lo que más me gusta de él.
Mi mejor amigo.
- Señora. Ducke ya se fue- me dice uno de mis empleados desde la esquina-. Salió en un SUV.
- Gracias, García.
El resto del día pasa sin incidentes, y al anochecer, escucho la voz de Killian en el pasillo.
- ¿Dónde has estado?
- Con ella. Pronto te llevaré a verla.
- ¿Y si te ordeno que me lleves ahora?
- No lo haría.
Por un segundo me quedo petrificada y aguanto la respiración antes de dar paso al enfado.
- ¿Por qué? ¿Es que la lealtad no significa nada para ti?
- Lo es todo para mi. Pero tu eres mucho más importante, lo sabes. Cuando estaba solo, me acompañaste; cuando estaba enfermo, me cuidaste; y cuando estaba en problemas, me ayudaste. Ahora, soy yo el que hace eso por ti. Es mi trabajo.
No contesto nada y me siento en el sillón.
- ¿Sabes algo de ellos?- le pregunto.
- Hace años que dejé de esperar noticias de ellos. Y cuando ella perdió a Nicolae, su mente se... fue de este mundo. Ya no es nada, ni siquiera la sombra de la mujer a la que amé.
- ¿Por qué te echaron? Tu no tuviste la culpa, eras solo un chico.
- Ahora ya no importa. Lo único en lo que debemos pensar es en nuestra nueva vida, y en su venganza. Ojalá que cuando ellos paguen por lo que hicieron pueda encontrar esa paz que tanto busca, señora- dijo volviendo a ponerse la máscara de empleado perfecto.
- Gracias, Ducke- dije de la misma forma.
La semana pasó rápidamente mientras ella trabajaba en su empresa de transportes, Kilian la acompañaba a todas partes para, posteriormente ir al anochecer a donde quiera que tuviera a la bruja de Vanessa.
Al anochecer, mientras leo un libro en la biblioteca, oigo como tocan la puerta.
- Adelante.
- Señora. ¿Desea acompañarme esta vez?- oigo a Kilian detrás de mi.
Dejo el libro en la mesa auxiliar sin decir nada, le levanto del sillón y lo enfrento.
- No podía esperar más.
Él se hace a un lado y me sigue hasta la parte frontal de la casa.
- ¿Cuanto nos llevará el viaje?
- Una hora, más o menos. La tengo lejos de la ciudad- me contesta.
El viaje transcurre en silencio, y a las once de la noche, aproximadamente, Kilian aparcó la SUV frente a una casa de campo de un solo piso con las paredes exteriores lucidas de cemento.
- Dentro te espera la mujer. ¿Quieres que vaya contigo?
- No- digo mientras entraba sola a la vivienda.
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